Sofía Niño de Rivera regresa con su humor total

Es una gran observadora, comediante y actriz. Apuesta, bella, atractiva, guapa, dicho en una sola palabra. Una verdadera campeona en su profesión y la número uno en la divertida competencia de hacer reír. Positiva y directa en sus decires.

A Sofía Niño de Rivera nada se le escapa, ni siquiera ella misma, tampoco sus amigas, ni la política, ni la crisis económica. Su buen humor puede ser sarcástico a veces, pero siempre es simpático y gracioso, igual que México, al cual considera “el mejor país para ser comediante”.

De casual elegancia y moderno vestuario informal en el escenario, su estilo se resume en una frase: humor total, por sus gestos, por la expresión de sus ojos y por el contundente lenguaje de su cuerpo, siempre atlético, siempre respaldando sus palabras y produciendo no risas, sino risotadas entre los espectadores que la aplauden sin cesar en sus shows.

Sofía significa “saber” y ella se las sabe todas. Desde el albur más fino porque se basa en un juego de palabras, hasta la crítica fulminante que hace al enfocarse en las costumbres imperantes en su país y en el mundo. En todo se fija y gracias a eso elabora su rutina con tanta espontaneidad que deja la impresión de que pertenece a cualquier familia de la vecindad, incluso a la nuestra.

Conservando esa energía y carisma que la han convertido en la favorita de Netflix, el sistema de televisión por Internet, para el cual ha hecho dos especiales, en su regreso a Estados Unidos, Sofía Niño de Rivera trae un espectáculo totalmente renovado, ya que su otra principal característica consiste en estar siempre al día con su punzante humorismo.

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